Cuida tus emociones y nunca las subestimes, escúchalas!
Reorganización emocional by Cecilia Clemente
Sentir un poco de tristeza, rabia, frustración, culpa, miedo, desanimo, etc. lo podemos tolerar, pero cuando una emoción se apodera de nosotros y nos hace esclavos, asusta; entonces acudimos a diferentes formas de guardarlas o anestesiarlas con nuestros múltiples mecanismos de defensa (tal vez alcohol, drogas, pastillas, compulsiones, agresividad, diferentes adicciones…)
Reprimirlas e ignorarlas no sirve de nada, las emociones son psicofisiológicas; no podemos pretender que marchen pensando que han de marchar; es como no querer pensar en un elefante verde y justamente piensas en un elefante verde.
Las emociones se activan a partir de acontecimientos externos o internos, actual, pasado, futuro, consciente o inconsciente.
Así pues, es necesario entender que hemos de parar y darnos cuenta de lo que estamos sintiendo:
- Un primer paso es recorrer el cuerpo ubicarla
- Un segundo paso es reconocerla y validarla
- un tercer paso sería cogerla
Nuestros sentidos son como un scaner que detecta cualquier información susceptible de activar una respuesta emocional, se activa nuestro programa de supervivencia integrado en nuestro cerebro, el cual valora automáticamente tan rápido que nos somos conscientes si el acontecimiento es positivo o negativo ( Según la teoría de valoración automática de Arnold, 1960),
Por tanto, dependerá exclusivamente de nuestra visión, ¡de nuestra valoración!, según nuestra experiencia previa, creencia, contexto, etc.
En conclusión, a través de la educación emocional o el desarrollo de competencias emocionales se puede cambiar el estilo valorativo.