“Las quejas y las excusas son signos de una vida sin sueños”
Bangambiki Habyarimana
Es una respuesta automática cuando nos encontramos delante con alguna dificultad, incomodidad o inseguridad.
La queja significa permanecer en el mismo lugar incomodo lleno de insatisfacción, no te deja avanzar, no te deja mirar las cosas buenas que te rodean. Es muy fácil ver todo lo que no tienes y lo que te hace falta, con esta actitud es imposible ver todas las dádivas que si tienes.
Debemos apagar las frases de quejas, porque retienes el flujo de las cosas buenas para tu vida, ya que activas pensamientos negativos y entras en bucle de negatividad y excusas constantes. A nivel neurológico generas cortisol en tu cerebro y por tanto malestar y ansiedad.
No deberíamos estar ansiosos por nada, sino con agradecimiento continuo; esto segundo es lo más difícil. Pero si quieres aumentar la confianza en ti mismo deja de quejarte, no te autocontamines con tus quejas constantes, es hora de PARAR.
Entre los ejercicios que puedes practicar, te sugiero:
-Levantarte cada día dando las gracias por el agua potable que tienes y no tienes que caminar kilómetros para conseguirla, como en otros lugares del planeta.
-Agradece porque puedes levantare con tus piernas al lavabo, hay miles de personas en hospitales o con imposibilidad de levantarse de una cama.
Mira, ya tienes dos agradecimientos entre las millones de cosas pequeñitas que hay que agradecer a tu alrededor, sin mencionar las cosas abstractas e intangibles de las que disfrutamos.
-Otro ejercicio es ralentizar dos cosas en tu vida para que puedas tomar consciencia, como ducharte o vestirte, así tienes tiempo par pensar en todo lo que hay alrededor de la bendición de una ducha y cuando vas a tu armario y no sabes que ponerte porque tienes tanto en lo que escoger, en lugar de quejarte de lo que no tienes en el armario rebosante de ropa y accesorios.
-Complementario a este ejercicio de ralentizar, podría ser donar ropa que ya no utilizas a personas que si la necesitan. Has un par de bolsas y piensa en como vas a bendecir a otras personas con esa ropa que solo ocupa espacio en tu armario, te darás cuenta lo afortunada/o que eres.