Tenemos la idea que si el miedo no existiera seriamos más felices, pero por mucho que lo ignoremos, el miedo sigue presente.
Nuestra vida está llena de momentos maravillosos y de momentos desagradables. Pero a diferencia de los miedos evolutivos de la etapa infantil, desde la adolescencia, empiezan a surgir miedos a no lograr lo que queremos, a perder lo que amamos o a quedarnos desprotegidos; pero hay un miedo que ha cobrado valor en este último año que es el miedo a la enfermedad y a la muerte.
La mejor forma de liberarnos del miedo es reconocerlo y ver profundamente su raíz, su fuente…Permitámosle que aflore y mirémosle a los ojos; no cuestionemos nuestro miedo, no le hagamos juicio; solo reconocerlo amablemente que está presente, es liberador.
Entender el origen de nuestra ansiedad y miedos nos ayuda a liberarnos de ellos. Puede ser un miedo antiguo, el miedo es irracional y atemporal, pero necesita ser mirado para calmarlo.
Como dice Thich Nath Han “ Para liberarnos del miedo que al morir nos convertimos en nada debemos mirar profundamente en nuestro interior y descubrir nuestra verdadera naturaleza más allá del nacimiento y la muerte”.
Cuando somos capaces de ver que somos más que un cuerpo físico, que formamos parte del todo y el todo forma parte de nosotros, nos liberamos del miedo.
“El miedo es el precio que pagan los valientes para disfrutar de vidas que hacen historia”
Robin Sharma